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Polémica en Baleares tras las declaraciones de Toni Nadal sobre la Llengo Baléà.

  • Foto del escritor: Toni Satre - President Moiment Baléà
    Toni Satre - President Moiment Baléà
  • 17 jul
  • 5 Min. de lectura

Palma de Mallorca, julio de 2025 —


Las Islas Baleares han sido nuevamente el epicentro de un intenso debate lingüístico tras las declaraciones de Toni Nadal, conocido entrenador y tío del tenista Rafael Nadal, quien afirmó que “en Baleares se habla catalán”.

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Sus palabras, difundidas a través del diario Ultima Hora, han causado un profundo revuelo social, político y académico en el archipiélago.


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La opinión de Toni Nadal fue respaldada en el mismo periódico por una tribuna firmada por el escritor Miquel Àngel Vidal, quien defendió con vehemencia que el mallorquín, el ibicenco o el menorquín son simplemente dialectos del catalán.

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Vidal aseguró que su formación académica, con estudios en filología hispánica y catalana, le otorgan legitimidad para sentenciar que “el castellano y el catalán son lenguas, y el andaluz, peruano, mallorquín o ibicenco, dialectos de esas lenguas”.


Sin embargo, las declaraciones no han tardado en recibir una contundente réplica por parte del abogado, economista, y profesor Tomeu Pizá, quien lamentó lo que considera una “falta de rigor” en el discurso de Vidal y criticó duramente el intento de imponer una visión unitaria del catalán como lengua común a los territorios de Valencia y Baleares.

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Declaraciones y respuesta de Tomeu Pizá:



El tío de Nadal (UH)

Hoy martes, en Tribuna & Opinión del diario UH de Palma, aparece un muy titulado opinador que aglutina mucho más que el tío de Nadal. Mucho más. Está claro que se le ha encargado descargue toda su sabiduría en defensa de la opinión vertida en dos días seguidos por el “tío” sobre algo que no lo legitima nada de nada comparado con este lumbreras sobrado de titulaciones y que pretende con su historial académico hacer callar las bocas que no se callaron con Toni Nadal.



“Los conocimientos sobre el lenguaje son motivo de ciencia, no de creencia”, así de contundente se expresa el escritor que tan magistral opinión ha publicado en los papeles del diario.


No, esta materia no se adquiere por arte de magia, ni leyendo, cursando y titulándose en espacios docentes subvencionados por sectores políticos, culturales y dependientes. Ni por asomo. Precisa de investigación, estudio, análisis y conclusión. Ahí se aferran los filólogos y desarrollan sus tesis, doctorados y demás, con el peligro que supone una interpretación personalista, fruto de adoctrinamientos y de falta de rigor e imparcialidad.


Que este escritor con el saber que tiene “después de cinco cursos de filología hispánica, dos años de doctorado y seis de tesis doctoral en filología catalana” va y suelta que “CERTIFICA QUE EL CASTELLANO Y EL CATALÁN SON LENGUAS; y el andaluz o el peruano, como el mallorquín y el ibicenco, dialectos de estas lenguas”.


Está claro que sus ansias en buscar títulos lo apartaron de comprobar lo que le enseñaban, lo que aprendía y como lo interpretaba. Sin embargo, no retrocede a las raíces de las lenguas que menciona, o no quiere. Omite que su “lengua” el catalán, tiene sus raíces en el occitano limosín, Occitania Sur, que fue imponiéndose al latín arabizado con la llegada de las tropas del Imperio Carolingio durante años hasta establecerse por seguridad a este lado ibérico de los Pirineos con el fin de contener el rodillo árabe (primero Omeya y posteriormente moro). Fue este occitano lo que dio paso al llamado actualmente catalán (antes no podían por el simple hecho de que no existía Cataluña, apenas unos condados francos en la Franja Hispana) Por cierto, hasta principios del siglo XX no se normalizó un mal llamado catalán, distinto al auténtico de aquellos condados que después de pasar a la Corona de Aragón, persisten en la antigua Provincia franquista de Cataluña, ahora CCAA de Catalunya.



Para nada, en siglos, los humanos del noroeste peninsular se dedicaron a visitar las islas a mitad del Mare Nostrum, eran tierras de conejos y pinos. Sí lo hicieron los pueblos íberos y aportaron su lengua, la íbera vasca, de aquí que antes de la romanización, existían étimos que se respetaron, incluso con la llegada de los moros, entre unos y otros facilitaron el surgimiento de una lengua que nada tenía que ver con la occitana. Sería con la llegada de los conquistadores “cristianos” que cambiaron nombres y modificaron algo la escritura sin perder el origen latino puesto que el Imperio Romano, hasta el s. X no alcanzó las islas y sí parte de la actual Francia, de ahí la influencia del latín en sus lenguas.


Sin necesidad de ahondar mucho en los estudios etimológicos es fácil entender la tremenda diferencia entre las gramáticas que surgieron, siendo muy posterior la llamada catalana a la del Reino de Valencia y la del Reino de Mallorca, para finalmente acabar con una normalización por encargo a un químico que trabajaba en Bilbao y aprovechó más de cinco mil vocablos de la gramáticas valenciana y mallorquina, siendo la de Mallorca la más antigua con creces.


No sirven ni doctorados, ni tesis ni cursos para “certificar” nada de lo que se pretende certificar en el artículo de opinión. La RAE, el INSTITUTO DE ESPAÑA y demás Academias prevalecen muy por encima de estudiantes universitarios, con o sin doctorados.


Tomeu Pizá (julio 2025)


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📜 El respaldo de la comunidad científica:


Congresos que desmienten la tesis de la unidad lingüística.


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Para apoyar su argumentación, Moiment Baléà se ha remitido a hechos documentados en congresos internacionales de gran relevancia celebrados en Palma de Mallorca, que cuestionan precisamente la pretendida unidad entre el catalán, el valenciano y el balear.

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Estos datos, poco conocidos por el público general, han sido usados por Toni Sastre Fundador de Moiment Baléà para demostrar que la supuesta unidad lingüística carece de consenso incluso dentro del ámbito académico especializado.


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En el transcurso del XVI Congreso Internacional de lenguas y filología románticas, organizado por la sociedad lingüística y romana efectuado en abril de 1980 en Palma de Mallorca al que asistieron 723 filólogos romanistas de 31 países se les presentó por parte de la secretaria del evento doña Anna Moll, un documento redactado en francés en el que se decía que los abajo firmantes reconocemos que el valenciano el balear y el catalán son todo una misma lengua catalán, tan solo lo firmaron 36.


Pues también en el transcurso del XXVII Simposio Internacional de lingüística, efectuado también en Palma de Mallorca en diciembre de 1997 organizado por la sociedad española de lingüística miembros del departamento de filología catalana de la UIP presentaron a la firma de los más de 400 filólogos asistentes un documento de las mismas características que el anterior en este caso no lo firmó nadie..



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🌍 La identidad lingüística, en el centro del debate.



El debate que ha generado este cruce de declaraciones trasciende lo meramente filológico. En una comunidad autónoma donde la identidad cultural y lingüística ha estado históricamente en disputa, las palabras de Toni Nadal —por su proyección pública y mediática— han encendido un conflicto latente entre quienes defienden la existencia de una lengua balear diferenciada y aquellos que abogan por una unidad catalana que integre todos los territorios de habla derivada del occitano.


La polémica parece lejos de terminar, y las voces críticas como la de Tomeu Pizá han encontrado eco en una parte importante de la sociedad balear, que reclama respeto a su singularidad histórica, lingüística y cultural.


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