La más ambiciosa destrucción e implantación de una lengua que no reconocemos

Respuesta del pobble balear a una invasión desesperada.

Y para recordar que esta lucha no es nueva, resuena más fuerte que nunca la voz de Mikel Garau Rosselló, que ya en 1993 lo dejó claro en su poema Kota de s’antorxa:

Parece que el Correllengua 2026 llega dispuesto a culminar lo que algunos llaman “la unidad lingüística”, y lo que el pueblo balear reconoce como la más ambiciosa operación de sustitución cultural de las últimas décadas.

Ayer fue presentado en Palma este evento que, bajo el lema de “La Flama per la Llengua”, recorrerá todos los territorios de habla catalana, intentando encender una llama que aquí, sencillamente, no prende.

Mientras los dirigentes políticos celebran la “ambición” del proyecto, el pobble balear asiste con creciente indignación a un nuevo intento de borrar su identidad.

Por primera vez en cuarenta años, la gente de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera empieza a unirse frente a una imposición que pretende uniformar lo que siempre ha sido diverso, genuino y propio, nuestra lengua Balear

Ironías de la historia: quienes más hablan de “diversidad cultural” son los mismos que se empeñan en silenciar la voz de un pueblo que, con su acento y sus palabras, lleva siglos diciendo quién es.

No es rechazo a la lengua —es defensa del alma.

Una antorcha puede iluminar… o puede quemar. Que cada cual decida qué fuego quiere avivar.